El viernes 11/11/11 fue un día suficientemente raro para decidir hacer una salida de locura: hacer 80 Km. corriendo desde la montaña (Aiguafreda) hacia el Mar (Canet de Mar) por el GR5, pasando por los picos más altos de la Sierra del Monstseny (Matagall, las Agudas y el Turó de L'Home) y del parque Montnegre corredor.
Hacia tiempo que queríamos hacerlo y, después de hablarlo tanto, al fin nos decidimos. En el tren de cercanías, a las 5h:30, los trabajadores madrugadores nos miraban con cara sorprendida al ver a dos chicos coger un tren tan temprano, un día de semana ¡para ir a correr!
Llegamos a Aiguafreda sobre las 6h:20', ajustamos los altímetros, encendemos el GPS, ponemos la frontal, y ¡empieza la gran aventura de los dos locos por correr!
Las condiciones son ideales: no hace frío, la luz de la luna llena es tan fuerte que casi no necesitamos frontal. Después de atravesar rápidamente la ciudad, empezamos a subir por el GR5 a buen ritmo. A medida que vamos subiendo, llega la luz del día, y llegando al lado de la iglesia de Tagamanent, tuvimos una vista espectacular: pegado a la iglesia estaba la luna llena, abajo en el valle, se veían las nubes de la mañana, con las luces del alba! ¡Qué pena no tener una buena cámara de foto!
Atravesamos el Plà de la Calma sin ver a nadie... ¡Una pasada! Las luces de la mañana son espectaculares y, cuando pasamos por las ruinas del "café", podemos ver ya los 2 picos que nos quedan por subir: el Matagalls y el Turó de L'Home. ¡Nos queda muchísimo por correr! Subimos a hacia nuestro primer pico, y encontramos algunos senderistas superabrigados que se impresionan mucho al vernos en pantalón corto y zapatillas en la cumbre... "Estan locos estos tipos" deben haber pensado :-)
Luego seguimos corriendo hacia Sant Marçal y paramos unos diez minutos para tomar un bocadillo en el Coll Pregon. Después, a correr otra vez. Ambos nos sentimos físicamente muy bien a pesar de casi no haber corrido desde hace meses. Después de una subida muy inclinada de unos 600 m. de desnivel, llegamos a Les Agudes, y más tarde al Turo de L'Home. Las condiciones siguen siendo perfectas: no hace ni mucho calor, ni mucho frío. Hay varios rincones y fuentes donde podemos rellenar el agua.
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Patrick y Cyprien |
Hicimos a buena velocidad la bajada desde el Turó de L'Home, y nos hemos impresionado que se acabe tan rápido, ya que la ultima vez, cuando
la hicimos con el TGM, nos pareció larguísima!
Luego, empezó un tramo muy largo y muy aburrido hacia San Celoni. Allí, después de la mitad del recorrido, empezamos a estar cansados y, poco a poco, a dudar. Volver a correr después de las subidas nos cuesta muchísimo. y tenemos que animarnos "¡1, 2, 3 vamos!" A lo largo de la travesía, correr acompañado fue una motivación impresionante... a veces uno tiraba del otro, a veces era al revés..
Llegados a Sant Celoni muy agotados, tuvimos una tremenda tentacion: coger el tren de vuelta a Barcelona... Al final nos quitamos esa idea tonta, paramos unos 10 minutos para recuperar energia, tomar una coca-cola y un bocadillo, cambiar los calcetines, y animarnos a hacer un poco menos de 30 Km. más en la Sierra de Corredor Montnegre... La pausa nos ayudó mucho a sentirnos de nuevo fuertes y subir a buen ritmo. Llegamos a la cumbre del Parque de Corredor Montnegre cuando se hace de noche y poco tiempo después encendemos de nuevo los frontales para la bajada. La luna llena aparece de nuevo, como para animarnos en los kilómetros que nos quedan. Esta bajada se hizo larguísima, y estábamos casi secos de agua.
Llegamos medio muertos al pueblo de Sant Iscle Vallalta, otra pausa de unos 15 minutos para tomar algo, y animarnos para el ultimo trozo con una subida muy fuerte.
Sobre las 20h llegamos al fin, triunfantes, a las calles de Canet de Mar, y corremos hasta tener los pies en el mar. ¡Patrick incluso se bañó para celebrar esta victoria!
En total fueron unos 80 Km. más o menos, con 3300D+/3500D-, 13h:30' corriendo, en unas condiciones que realmente fueron perfectas, y unos recuerdos inolvidables.
El correr tanto tiempo sin estar en una carrera (sin avituallamiento, sin otros competidores ni gente que te animen) hizo que la travesía fuera muy dura, pero el compartir esta aventura con un buen amigo nos permitió sobrepasar nuestros limites.
¡Un abrazo!
Cyprien Petelle.